De camino a la fiesta, la joven británica y sus amigas decidieron coger un taxi para llegar lo antes posible, pero sufrieron una fuerte colisión con unvehículo de obra cuyo conductor había perdido el control. Como consecuencia, todos los ocupantes del taxi fueron trasladados al hospital sanitario, con heridas de diversa consideración.
Zoe fue la ocupante que se llevó la peor parte, con varias vértebras aplastadas y sendas fracturas en la pelvis y el esternón. Según publica el portal 'News.com', las consecuencias del accidente pudieron ser más graves de haber vestido un modelo menos ajustado. Los facultativos que atendieron a la joven aseguraron a la familia que la prenda, que le había costado menos de 50 euros, ejercía una presión en su cuerpo que hizo que los huesos fracturados no perforaran órganos vitales.
Por esto, y pese a que aún continúa recuperándose de las lesiones, Zoe considera que el vestido rojo que lucía es la mejor inversión que ha podido hacer en la vida.
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